Un país que todavía vive el sueño de la Arabia Felix. Desde las montañas de Hajar en 4 x 4, pasando por poblados de adobe y mercados rurales en el interior, a través de las increíbles dunas del desierto de Wahiba, el viajero también emprende un periplo al encuentro de la historia: fuertes esparcidos a lo largo de todo el país, ruinas y monumentos que todavía nos impresionan como la Gran Mezquita del Sultán Qabus, en la capital, Mascat.

Asimismo, realizaremos distintas excursiones por los wadis y oasis, donde comprobaremos el buen funcionamiento del falaj, sistema tradicional de irrigación, sin olvidarnos, claro está de la visita a la reserva de tortugas verdes de Ras el Hadd.